Recien casada ya necesita comerse otras pollas

Esta guarrilla le había sido fiel a su marido durante todo el tiempo en que fueron novios. Sin embargo, empezó a sentir la necesidad de probar otras pollas apenas después de haberse casado. De repente, sintió que tenía que ponerse a prueba todo el tiempo. Evidentemente el marido no le hacía saber que era una chica guapísima, con unas tetas preciosas y un culo de muerte, y ya no se la follaba como antes. Por eso comenzó a follar con el vecino, un moreno con una buena polla que le echa unos polvos de muerte. Él si le dice todo el tiempo lo hermosa que es. Además, se la folla con más ganas que nadie, y eso es lo que ella tanto necesita.