Ni el llanto salvó a esta ladrona de follar a la fuerza para ser liberada
Esto es lo que pasa cuando tratas de cometer actos vandálicos y sobre todo en tiendas por departamento de alto nivel como es la que Sofi Ryan eligió para intentar saciar su deseos ludópatas, como era de esperar la madurita linda pero malcriada fue descubierta y fue llevada a la sala de confesiones, ella tenía la elección: o confesaba y devolvía lo robado o se debía atener a sentir el duro y viril palo de la ley, ella sollozando pedía que la liberen, hasta el último momento defendió su inocencia, tuvo que dejar su pudor de lado y aceptó ser follada, aceptó tener sexo a cambio de ser libre y no volver, fue inspeccionada, sus deliciosas tetas temblaban de miedo, su coño no estaba listo para coger, pero era lo que se ganó por ladrona, miró esa polla cara a cara y empezó a mamarla, decía que no era puta y que la estaban forzando a hacerlo, pero por dentro lo estaba gozando… se nota en sus gestos y sobre todo cuando el desalmado vigilante la penetra contra el escritorio agarrando con fuerza sus nalgas, ella sintió cosas ricas y lo empezó a disfrutar.