Negro folla como bestia a Quinn Wilde hasta dejarle el coño más abierto que antes
Es algo triste llegar a una fiesta y darse con la sorpresa de que la noche loca terminó hace horas, pero Quinn Wilde quien en apariencia parece una chica inocente, una chavala que no es de salir de marcha muy seguido, pero bueno, socializar no está de más, pero como dije, la tía llegó y solo encontró al dueño de la casa limpiando el desastre que dejaron sus invitados… condones, botellas de licor, sustancias ilegales, ese tipo de cosas, de pronto ella se puso muy cachonda, las ganas de follar llegaron tan de pronto que apenas le preguntó su nombre al negro… «Anton es mi nombre», ella no quiso perder más tiempo y colocó su mano en la entrepierna del tío sintiendo que la polla se le endurecía a gran velocidad, el cabrón que no es ningún tonto y pilló el mensaje, se llevó a la guarra a su habitación donde la folló como si no hubiera un mañana, fue sin duda una manera apropiada de cerrar la noche… follando a la puta para que no se vaya a casa pensando que fue a perder el tiempo.