Mi novia buscaba serenidad en el bosque y encontró el placer de mi polla
Le gusta el bosque, a mi novia la llevo a pasear cada vez que puedo al bosque cercano a nuestra localidad, sus amigas van a la playa a hacer topples, pero a ella no le gusta, prefiere estar en medio de la naturaleza y la brisa de los pinos, la llevé porque la amo, no me había dicho que quería sexo, pero una vez estando ahí solos, no pude resistirme, nos besamos porque nos amamos, pero también amo con intensidad su delicioso coño, ella se dejó, me dijo que estaba húmeda pero que no me había dicho nada porque no es una chica fácil, no se considera puta, eso me gusta pues me será fiel, al menos eso espero, cuando menos me lo esperaba mis dedos ya estaban estimulando su hueco, delicioso y caliente, nos estuvimos moviendo por los árboles, casi como jugando a la caperucita roja y el lobo vergón, la puse de espaldas contra un árbol de más de un siglo de existencia y luego de meterle el dedo en el coño finalmente metí mi polla, estaba durísima, la penetré sin parar, nadie nos molestó, el placer fue más intenso lejos del ruido de la ciudad, pude escuchar el sonido de su coño empapándose con mi leche, tiene el coño más hermoso que he visto en mi vida.