Me tuve que desnudar y masturbar delante del amigo de mi novio

El último hombre que hubiese querido que conociera mi secreto era el amigo de mi novio. Que justamente él, que se lo pasaba mirándome las tetas y el culo, tuviera la posibilidad de chantajearme era tremendo. Por suerte, yo sabía lo que me esperaba. Por eso decidí no ir a su casa y hacer una videoconferencia. Como si fuera una puta cualquiera de un videochat porno, el muy cerdo me ordenó que me desnudara frente a la webcam. A los dos minutos ya estaba toda desnuda frente a él, enseñándole las tetas y el coño. Después me obligó a masturbarme con un consolador mientras chupaba otro como si fuera una polla. ¡Qué vergüenza me hizo sentir! Al menos, no me dijo que estaba demasiado gorda como hace mi novio cada vez que me ve en bolas.