Le llené el culito de lefa a mi madrastra judía

Todos mis amigos me decían que estaban sorprendidos porque aun no me había follado a mi madrastra y yo no los podía entender. Ellos aseguraban que las judías son bien putas y les encantan los yogurines, y mas aun las guapas como mi madrastra. Yo jamás me hubiese imaginado que podría tener una posibilidad mínima de follármela, hasta que se me ocurrió hacer la prueba y comprobé que la zorra estaba encantada de comerme la polla y que me la follara. Su sonrisa al quedarse con el culo en pompa mirándose al espejo después de correrme, lo dice absolutamente todo.