Conocimos a la mujer perfecta para hacer el trío que siempre soñamos
Si bien cada vez que follamos acabamos calentándonos hablando de lo mucho que nos gustaría hacer un trío con una mujer, no habíamos planeado concretar nuestra fantasía durante las vacaciones. Se dio de forma espontánea, con una tía que conocimos en el bar del hotel y con la que, después de unos pocos cruces de miradas, los tres supimos lo que queríamos. Una hora más tarde, estábamos en nuestra habitación desnudos, haciendo todas las guarradas que siempre soñamos. Mi esposa estaba como loca chupándole el coño mientras ella la masturbaba, y se calentó aun más cuando cambiaron de roles. Yo aproveché para follármelas por turnos y hacerme mamar la polla por ambas, pero sin dudas lo mejor fue verlas interactuar como dos lesbianas.